Existen miles de historias sobre cruzadas, unas son reales y otras sacadas de la imaginación. Una de las historias fantasiosas más reconocidas es la creada por J.R.R. Tolkien, quien a través de su novela, “El Señor de los Anillos”, nos cuenta la singular historia de Frodo Bolson, una criatura de la que dependía la salvación de todo su mundo.
En la trama, este peculiar personaje decide en un punto ir sin compañía a cumplir su misión, pero su fiel amigo, Sam, no lo deja y se le une a pesar de compartir distintas perspectivas del viaje por emprender. Al final de la historia Frodo logra cumplir su cometido, pero no lo hubiese logrado sin el apoyo de su acompañante. Esta historia, nos muestra que es mejor enfrentar cualquier situación en equipo que por nuestra cuenta.
El éxito en cualquier cruzada sea un campo de batalla o en una oficina, depende de buenas relaciones con tu equipo. Algunas formas para hacer esto son las siguientes:
Considera otras perspectivas. No te cierres a nuevas perspectivas y muestra interés genuino en entender como las demás personas ven los retos y las soluciones, esto te permitirá ampliar tu visión y mejorar la implementación de innovaciones.
Fija metas de largo plazo. Si deseas conseguir cambios duraderos es poco probable que los obtengas en corto tiempo y sin la ayuda de nadie, por ello es vital que fijes un objetivo a largo plazo y mantengas el enfoque hasta que se cumpla.
El cambio tanto en Grupo Vigia como en tierras ficticias es inevitable y la mejor forma de impulsarlo no es solo, sino que requiere de un equipo colaborativo fuerte, inclusión de diferentes perspectivas, constancia y determinación hasta ver cumplida la misión.